BARCELONA CAMPEÓN DE EUROPA

El Fútbol Club Barcelona obtuvo su Tercera Copa de Europa, la conquista que le faltaba al 'Pep Team' para proclamar conseguir la tan ansiada triple corona. El Viejo Continente se rindió a los pies de un equipo inigualable, elegido para marcar una época y entrar en la leyenda del fútbol. El United representó al gladiador derrotado en el coliseo romano, ante la atenta mirada del César. 'Los que van a morir te saludan'. Fue 2 a 0, Etoo y Messi los tantos.


El contrario del Barça conoce su final, como ocurría en el coliseo que dominaba el César. La víctima sufre los golpes de las armas azulgranas y acaba siendo devorado, después de rendirle pleitesía para el resto de los días. Le pasó al Manchester United, defensor de la corona. Los 'reds' no se escaparon de un final que tenían marcado por el César azulgrana, sentenciando desde el trono. El United de Ferguson acabó hipnotizado por un fútbol colosal, imperial. El Barça y su amigo el balón hicieron el resto. Ganó el fútbol y el Barcelona se ganó la eternidad.

No importó la ausencia de Alves, Márquez o Abidal, que obligó una defensa de circunstancias que respondió por encima del partido. En defensa, se vió -ami entender- el mejor jugador de la final, Gerard Piqué. El catalán fue el cerrojo del Barcelona en Roma. Todo lo hizo bien. Salió siempre bien al corte, originó el fútbol inigualable del 'Pep Team' y se agigantó. Puyol, en el lateral, siempre acudió al rescate, además de ofrecer una alternativa por el costado. Carles representó la sangre de ese escudo que lleva en las venas.

El sufrimiento inicial del Barça, del que salió vivo, se fue diluyendo entre los astros de Xavi e Iniesta, imparables, unos verdaderos cracks del fútbol.

Los diablos del Manchester comenzaron arrolladores, con un tridente preparado para provocar heridas. Presión en campo contrario, incomodando la salida culé, y Cristiano con el cañón en las botas. Pero...solo no se puede, y el United increiblemente no daba pie con bola, por eso a los 10 de la primera mitad Etoo recibió dentro del área un balón que venía de Iniesta, y el potente Samuel, insaciable, sacó un puntapié que llevaba un cuchillo. Fue gol. Cambió el match.

Tras el gol, el Barcelona encontró su sitio en el partido. Guardiola comenzó ganando la final desde la ventaja. Messi, como el Bernabéu, merodeó por el centro olvidándose de un sitio en la banda que fijaba su sombra. Ferdinand y Vidic no pudieron con el elegido de Dios, que corría y regateaba con una aureola. El United siguió fiel a su estilo. Sin poesía, los de Ferguson fueron directos al corazón. Tuvieron sus ocasiones, embistiendo. Ahí, apareció Valdés, que se merece un lugar que muchos le niegan. Siempre respondió. Víctor es parte importante del Campeón.

En la segunda mitad, l United, que ya contaba con Tévez en el campo, pidió clemencia. El Barcelona le respetó, siendo inteligente, hasta que apareció el Mesías. Xavi levantó la cabeza y se marcó el mejor pase de los últimos tiempos, directo al segundo palo. Allí, estaba Messi, que conectó un cabezazo que acabó con la final.

El United no tuvo respuesta, era demasiado. Ferguson quemó sus naves mucho antes dando entrada a Berbatov. El escocés, profesor de este deporte, perdió la batalla táctica frentre a un Guardiola calculador. Manejó la final a su antojo y se ganó un sitio entre los privilegiados; donde solo triunfan los que se la juegan y allí esta Pep. Con el Triplete en la mano, el Barça subió a los cielos con su himno y su fútbol bajo el brazo. Al César lo que es del César. El fútbol tiene un Emperador que habla catalán y español.

idea: Melero (escritor diario Marca)

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